Huéscar es un destino lleno de historia, curiosidades y rincones fascinantes que esperan ser descubiertos. ¿Y qué mejor manera de explorarlo que con una divertida aventura en familia? Con Marco Topo peques y mayores se convierten en auténticos exploradores mientras resuelven retos, aprenden sobre el patrimonio y disfrutan de una experiencia única en familia y al aire libre.

La aventura comienza en el Convento de San Francisco, un edificio histórico que ahora alberga la oficina de turismo. Aquí, las familias descubrirán la importancia del Geoparque de Granada y su increíble legado fósil del periodo Cuaternario. Dentro del convento, los pequeños aventureros tendrán que fijarse en los detalles del claustro y descubrir qué se conserva de su decoración original. Además, aprenderán sobre el cordero segureño, una raza autóctona con Indicación Geográfica Protegida, y podrán conocer su papel en la historia y la gastronomía local.

Siguiendo la ruta, en la Placeta de los Queques, se toparán con una historia sorprendente: ¡Huéscar declaró la guerra a Dinamarca en 1809 y se olvidó de firmar la paz durante 172 años! Un divertido desafío les llevará a descubrir el año exacto en que este singular conflicto llegó a su fin con una gran celebración de hermandad entre ambos pueblos.

El recorrido continúa por la Calle Mayor, donde se encuentran las antiguas casas de las familias más influyentes de la ciudad. A los niños les encantará buscar el escudo de la familia Peralta o la casa que construyó el mismísimo Duque de Alba. Un viaje en el tiempo que los transportará a la Huéscar de siglos pasados.

La siguiente parada es la imponente Iglesia de Santa María, un templo gótico-renacentista que sorprende por sus grandes dimensiones. Aquí, los pequeños exploradores tendrán que encontrar una gárgola misteriosa y observar de cerca las impresionantes ventanas platerescas diseñadas por renombrados arquitectos del siglo XVI. Además, descubrirán la historia de una puerta gótica muy especial y aprenderán sobre el arzobispo San Ildefonso, representado en el coro de la iglesia.

En el corazón de la ciudad, la Plaza Mayor ofrece nuevos desafíos. En este lugar se encuentra un quiosco de música que antiguamente era una fuente con caños en forma de león. También hay que fijarse en el escudo del Ayuntamiento y descubrir a quién representa una figura especial en una de sus ventanas. Pero quizás la parte más emocionante sea conocer la historia de las santas patronas de Huéscar, Alodía y Nunilón, y descubrir cómo los vecinos de una localidad cercana participan en su festividad trasladándolas en romería hasta su ermita en el monte.

La ruta sigue hasta la Casa Penalva, una joya modernista inspirada en la arquitectura catalana. Las familias tendrán que identificar elementos decorativos típicos del modernismo, como sus llamativas gárgolas, y descubrir un rincón especial dentro de la casa: su patio de estilo neonazarí.

Cruzando el Arco del Santo Cristo, antigua puerta de la muralla nazarí, los exploradores llegarán a un mirador con unas vistas impresionantes. Aquí, aprenderán sobre un tipo de vivienda muy peculiar y característica de Huéscar: las casas cueva. También conocerán la historia de la Toma de Huéscar en el siglo XIV por parte del sultán nazarí Ismail I.

En el Museo José de Huéscar, los aventureros podrán sumergirse en el mundo del cómic a través de la obra de este artista español que decidió donar su legado a la ciudad simplemente por la coincidencia de su apellido con el nombre del pueblo. Entre sus obras más famosas se encuentran Les Aventuriers du Macromonde y una adaptación ilustrada de El Libro de la Selva. Además, los más curiosos podrán descubrir qué ilustraciones hizo José de Huéscar para la famosa enciclopedia Larousse.

La Torre del Homenaje transportará a toda la familia a la época medieval. Se trata de un vestigio de la antigua alcazaba nazarí donde, sorprendentemente, se reutilizaron lápidas de un antiguo cementerio romano. Desde su moderno mirador de madera, se pueden contemplar las impresionantes vistas del paisaje que protegía esta fortaleza.

Otro rincón con mucho encanto es la Iglesia de Santiago, construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita. En su fachada, los pequeños detectives deberán encontrar el escudo del Duque de Alba. Además, descubrirán una tradición musical única: Los Despertadores, un grupo que recorre las calles en la madrugada del 15 de agosto y el 7 de diciembre entonando cánticos que varían según el lugar por donde pasan.

El recorrido también nos lleva al Teatro Oscense, ubicado en una antigua iglesia conventual del siglo XVI. Aquí, las familias podrán conocer una de las joyas patrimoniales de Huéscar: su espectacular artesonado mudéjar, una muestra del legado artístico que esconde la ciudad.

Finalmente, el paseo termina en el Parque Municipal Rodríguez Penalva, el gran pulmón verde de Huéscar. Con una extensión de 33.000 hectáreas, este parque es ideal para que los peques corran, jueguen y sigan descubriendo su entorno natural. Entre sus rincones, tendrán que encontrar la ardilla roja, aprender el nombre de un fruto que se parece a pequeñas manzanas y localizar el antiguo palomar del parque.

Descubrir Huéscar en familia se convierte en una experiencia divertida, educativa y llena de sorpresas con Marco Topo. Cada rincón esconde una historia fascinante y cada prueba nos acerca más a los secretos de esta encantadora localidad. ¿Os animáis a recorrerla con Marco Topo? ¡Preparaos para una misión llena de retos y diversión!

Oficina de turismo de Huéscar