En esta aventura de Marco Topo vais a recorrer la localidad cántabra de Santillana del Mar. Las pruebas de este juego interactivo para hacer turismo en familia os van a llevar a conocer tanto el patrimonio medieval de la localidad como las pinturas rupestres de la cueva de Altamira.
Entre los monumentos más destacados del casco urbano se encuentra la torre del Merino, una imponente torre defensiva del siglo XIV que es la más antigua de Santillana. También veréis espectaculares casonas de piedra con solana de madera como la casa del Águila o casonas de ladrillo y entramado de madera como la casa de la Parra.
La colegiata de Santa Juliana, cuyos orígenes se remontan al siglo XII, es uno de los monumentos más visitados de Cantabria. Las preguntas de Marco Topo resaltan aspectos de la arquitectura románica del templo, como los arcos de medio punto, las torres, los muros gruesos, las bóvedas de cañón o los capitales esculpidos.
Próximo a la colegiata se encuentra el museo y fundación Jesús Otero, que muestra gran parte de la obra de este escultor santillano.
En la ruta por las calles empedradas de Santillana os encontraréis con un antiguo lavadero y vuestro recorrido os llevará a la sede del Ayuntamiento, el palacio renacentista de los Velarde, el convento de San Ildefonso y el Museo Diocesano.
El juego tiene una parada en el parque Campo Revolgo, un espacio verde que merece la pena visitar que conserva un roble centenario y está dotado con una bolera tradicional.
Muy cerquita de Santillana el juego de Marco Topo se detiene en la Neocueva y Museo Nacional de Altamira, un lugar imprescindible para conocer el importantísimo arte parietal realizado por los homo sapiens que habitaron la cueva entre hace 36.000 y 13.00o años. Bisontes, ciervos, caballos o manos son algunas de las representaciones que dan cuenta del espíritu creador de nuestros antepasado.
Dentro del municipio de Santillana también se visita la ermita de Santa Justa, que sorprende por estar integrada en un acantilado. Desde este lugar disfrutaréis de vistas inigualables. Aunque Santillana del Mar es conocida como la villa de las tres mentiras porque se dice que ni es Santa, ni es llana, ni tiene mar; la cala de Santa Justa demuestra que Santillana sí tiene mar.
